martes, 12 de febrero de 2013

La moneda tiene dos caras

Estamos acostumbrados a escuchar, a oir, a ver siempre la misma cara de la moneda, la cruz. Esa que representan nuestros dirigentes, nuestros políticos, que ya estando asentados en el poder o en los máximos puestos de sus respectivos partidos tan sólo escuchan a los suyos, o a su propia conveniencia, tan sólo ven su ombligo.
 
Escuchar la otra cara de la moneda, la cara, suele ser difícil, limitada. Normalmente es a base de manifestaciones, y desahogos mediante las diferentes redes sociales. Y sin menospreciar ambas formas, sobre todo las últimas, no hay nada como poner cara y voz a las reclamaciones de cientos de miles de personas.
 
En estos días dos personas, dos mujeres, han dicho lo que mucha gente piensa, alto y claro. Para empezar, porque la juventud ¡sí está presente! Estoy cansada de escuchar que ésta juventud no tiene ganas de nada, pero ésta juventud es la mejor formada de la historia, y los diferentes gobiernos la están desperdiciando, por no querer escuchar, por no querer abrir sus puertas al cambio, sobre todo porque en muchos casos, implicaría salidas, y eso duele. En éste país, la retirada a tiempo, parece ser que no está bien vista.
 
Ada Colau, la portavoz de la Plataforma de Afectados por las Hipotecas (PAH), ante la Comisión de Economía del Congreso dijo: "Decir que la legislación española es estupenda cuando hay personas que se están quitando la vida por una ley injusta es absolutamente criminal. Les aseguro que no le he tirado un zapato porque quería explicar mi punto de vista. Es un criminal y deberían tratarle así, no es un experto", y añadió: "las entidades financieras son las que han causado el problema y han arruinado la economía de este país" y, pese a ello, se les "sigue tratando de expertos". Creo que mucha gente quiso ser en ese momento Ada Palau, para expresar cuan lejos están en el Congreso de la calle, porque no es que no se enteren, es que no quieren enterarse, y a veces, para que alguien escuche, hay que levantar la voz, aunque se le quiebre al mismo tiempo.
 
Beatriz Talegón, secretaria general de la Unión Internacional de Jóvenes Socialistas (IUSY), remató la faena en la conferencia de la Internacional Socialista (IS) en Cascais (Portugal). Y da igual que sea socialista, esto da igual, bien se puede trasladar a la derecha, es lo mismo. Beatriz dijo alto y claro: "Me sorprende mucho como pretendemos remover la revolución desde un hotel de cinco estrellas en Cascais, llegando en coches de lujo"; "¿De verdad sentimos ese dolor aquí dentro? ¿De verdad podemos entender lo que estamos pidiendo al mundo desde un hotel de cinco estrellas?"; "No nos queréis escuchar";  "No os preocupamos en absoluto porque nos tenéis aquí y ni siquiera venís a preguntarnos nuestro punto de vista". El que no quiso entender es porque no quiso, no le convenía, porque el mensaje era muy claro, y además compartido por todo el mundo, sea de la ideología que sea. Hay que escuchar al pueblo, a la juventud que pide paso, y cuando se habla de que se siente el problema ciudadano, no puede hacerse desde "la crème de la crème", dar ejemplo no es pisotear a los demás mientras dices "entender".
 
Dos voces, dos mujeres, jóvenes, valientes, que ponen la voz, el acento, a miles de personas que piensan lo mismo. Se necesita un cambio de rumbo, y se necesita ¡ya!, de forma urgente, pero contando con el futuro, contando con la juventud mejor preparada, me atrevería a decir, de la historia.
 
Valencia. 12-02-2013

Bea García.

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