lunes, 18 de febrero de 2013

Despiste mágico

Siguen jugando, es misión de un partido político, crear una magia entre sus seguidores, envolverles en un halo de promesas, palabras llenas de esperanza y color, y que deben de permanecer en sus mentes pase lo que pase, caiga quien caiga. Así, cuando alguien ose poner en duda la honestidad de sus líderes, esa magia tiene que actuar, como por control remoto. Los polvos mágicos se extienden en forma de ¡y tú más! y sus fieles se calman, la magia funciona.
 
Por eso, cuando, toda la magia del Partido Popular se viene abajo por un fallo en el sistema, por unos seguidores cuya magia se les desvaneció hace mucho pero que se hicieron los abducidos por interés, como aquel que osó decir que va repartiendo sobres mágicos por toda la cúpula, o cuando otros dentro de toda una trama termina salpicando a una de sus aspirantes a bruja, o, y lo más grave, cuando sus pobres fieles empiezan a despertar, y no entienden qué está pasando, o bien les quieren imponer sus ideas, entonces Merlín Rajoy envuelve las dudas nuevamente en una especie de despiste mágico, a ese señor que dice repartir sobres mágicos, intenta despistar sus "papeles", proyectando su problema al aspirante, a Merlín Rubalcaba, "que la enseñe él", parte del pueblo empieza a aplaudir con las orejas, parece que la magia vuelve, pero no es suficiente. Para salvar a la bruja Mato, mandan "liquidar" a su "amigo de fiestas y confeti", el pueblo empieza a ver la luz, ¡sí! ¡se empieza a hacer justicia, que lo vean los incrédulos!. Pero para rematar esa masa que grita "StopDesahucios" hacen un giro maestro, les dicen que no, calientan el ambiente, para luego abrirles la puerta incluso de su palacio, y acceder a su demanda. El griterío de alegría es inmenso, la magia ha vuelto a funcionar, Merlín parece respirar tranquilo, total, decir sí hoy, no significa que mañana tenga que reafirmarse, para entonces las aguas se habrán calmado, tan sólo hay que ganar tiempo, para volver a producir más polvos mágicos, y seguir en su trono, mientras los suyos siguen bajo su poder, siguen durmiendo como si de un cuento se tratase.
 
Y aunque muchos se sigan creyendo esos trucos, otros muchos, ya no creen en polvos mágicos, ni hadas, ni magos, ni conejos. Están empezando a despertar, a no quedarse callados, a no quedarse esperando a la autoridad suprema.  Sí creen, y cada vez más, en chorizos, sinvergüenzas y estafadores. Y para todos ellos, departe de los que no creen en su magia, sólo tenemos un mensaje: "que se jodan".
 
Valencia. 18-02-2013
 
Bea García.

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