Leo en la prensa que el Gabinete del Presidente de la Generalitat Valenciana, el Sr. Fabra, tiene 32 trabajadores, entre los cuales hay 16 asesores, tres conductores, dos secretarias (una de ellas particular) ... todos de libre nombramiento, o sea, a dedo.
Hay que crear empleo, es cierto, pero hay que crearlo para que produzca algo, para que tenga un sentido, y no para tanta hipocresía. Veamos, el Sr Fabra, este pardillo que el Sr. Rajoy puso al frente de la Generalitat Valenciana para cubrir la vergüenza de Francisco Camps (a éste le quito lo de Señor), necesita para disimular que sabe lo que se hace, a 16 asesores. Digo yo que para hacer lo que hace, y decir lo que dice no necesita a 16 asesores, y menos, puestos a dedo, o sea, amiguetes, familiares, amantes ... Para hablar como si estuviera en una continua campaña electoral, para prometer mentiras intentado ocultar su incapacidad, para soltar promesas vacías de contenido, no se necesita a 16 asesores ¿o sí? Bien pensado, cuando mientes tanto, tienes que tener las espaldas bien cubiertas para que no te pillen, 34 ojos ven más que dos, sí, igual el Sr Fabra necesita a 16 amiguetes. Qué lastima, sobre todo para los valencianos, que tenemos que pagarles el sueldo y sus sobresueldos, cuando con la verdad por delante, seguro que se apañaría con menos.
También necesita dos secretarias, vale, lo acepto, pero ¿una personal? ¿para recordarle los cumpleaños? ¿para ir a recogerle el traje de la tintorería? ¿para hacerle la compra? perdón, que lo de la compra y el tinte era cosa de Rita Barberá. ¡Qué cosas!
Tres conductores ... ¿por qué tres? ¿por qué no cuatro? ¿o veinte? ¿qué hacen los otros dos cuando el primero se lo lleva de paseo propagandístico? ... mejor no lo quiero saber.
Y aún quería un entrenador personal para mejorar sus técnicas de liderazgo ... menos mal que la presión social le hizo retroceder, porque sería tirar un dinero, quien no vale, no vale.
Y eso que estamos en crisis ¿cuántos había antes? ... 32 trabajadores para no saber ni por donde van ...
Quizás por todas estas cosas, los políticos no quieren ninguna ley de transparencia, y quizás, hasta ahora, nosotros tampoco hemos insistido mucho, pero ahora que nos están sangrando, y siguen clavando el cuchillo, ahora queremos saber hasta el último detalle de su cuenta de gastos, ahora queremos saber qué hacen con nuestro dinero, con ese dinero que nos están robando, queremos que ellos sepan que sabemos que están viviendo por encima de sus posibilidades, cuando los demás, vivimos en la penuria, sencillamente, ahora, queremos saber la verdad por muy amarga que sea, queremos saber a qué tipejos tenemos delante, y decidir, con el voto, a donde mandarlos.
Evidentemente, el Sr Fabra no es el único, ni es el que más tiene, y si los otros no tienen tanto personal a dedo (sí, esto es lo que más me cabrea), es porque no gobiernan, lo sé, y por ello, cada vez creo menos en el sistema, un sistema que, por detrás alimenta la carroña mientras por delante, nos venden promesas vacías de contenido.
"Lo verdadero es siempre sencillo, pero solemos llegar a ello por el camino más complicado."
George Sand.
Valencia. 17-09-2013
Bea García.
