lunes, 23 de septiembre de 2013

Cruzar o no cruzar


Un sencilla puerta abierta puede ser todo un quebradero de cabeza, cruzar o no cruzar, arriesgar o permanecer seguros. Atravesar el umbral, cruzar la delgada línea que separa muchas cosas, muchas relaciones, del fracaso o de la victoria, quedarte como estás en la penumbra, sin saber o, arriesgar, ir hacia la luz ...

También hay puertas interiores, esas puertas que para abrirlas te tienes que retirar hacia atrás, o nuestra propia tozudez hace que queden estancadas. Hay que despertar, buscar en nuestro interior nuestra fuerza , nuestra verdad, nuestro camino, pues nada valioso se obtiene sin esfuerzo.

Dejándonos llevar, arriesgando en el primer caso y reflexionando, abriendo nuestro corazón, en el segundo, conseguiremos abrir puertas, alcanzar metas, o aprender de los errores, porque es preferible equivocarse, que agonizar entre la monotonía. Sin olvidar que para aprender de un error, es necesario hacer un análisis sincero, tranquilo y crítico, pues sólo de ésta manera ese error fruto de nuestro caminar, se podrá revertir en un paso certero.

"Escucha. Hay un universal maravilloso pasando esa puerta. Vamos. " Edward Estlin Cummings.

Valencia. 23-09-2013

Bea García.

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