lunes, 9 de septiembre de 2013

Más educación, menos guerras

Cuando alguien recurre a la agresión, es cuando a esa persona le falta la razón, es cuando no puede defender con palabras su postura, quizás porque es indefendible o quizás, porque no sabe, y por culpa de la incultura de unos, sufren y mueren millones.

No vamos a conseguir para el mal, parar al maltratador, al violador, al pederastra, al asesino en serie, al dictador, ni a los se erigen en jueces y que, para salvar vidas envían sus acorazados, olvidando que ellos mismos son quiénes les venden las armas a esos dictadores. ¡No!. No vamos a parar a esta escoria, porque una parte del ser humano se crece con la humillación hacia su semejante, y otra saca beneficio, somos así, porque si no fuéramos así, sencillamente a la primera muerte ocasionada por la mano de un dictador habrían saltado todas las alarmas internacionales para evitar una segunda muerte, si no fuéramos así, se prohibiría la fabricación y venta de armas, pero todo es un negocio, y uno muy lucrativo por cierto.

¿Y entonces qué? Entonces menos pensamientos inútiles (las religiones son utilizadas y transformadas para dividir a los hombres en dos bandos, y derramar sangre en nombre del Dios de turno) y más educación, porque sólo inculcando, poniendo semillas de conocimiento en el futuro, en nuestros hijos, podremos conseguir que en este podrido mundo, hayan cada vez menos agresiones, menos guerras, menos Sirias. Con la educación, y sólo con ella, conseguiremos vencer las desigualdades, conseguiremos libertad de pensamiento, y tolerancia hacia nuestro prójimo. Tarea difícil lo sé, sobre todo porque en buena parte del Planeta, la educación es la gran desconocida, o más bien, la gran prohibida.

Pero no nos engañemos, antes se recorta en educación, que en armamento, y si ésto se hace en un país como España ¿qué esperamos qué suceda en otros países?

Pese a todo, hay que seguir luchando, para que nuestras armas sean los libros, nuestros campos de batalla los colegios, nuestros héroes los profesores y nuestras agresiones se reduzcan a un sacapuntas sacando punta a un lapicero.

"Donde hay educación, no hay distinción de clases"
Confucio

"La biblioteca destinada a la educación universal, es más poderosa que nuestros ejércitos"
José de San Martín.

Valencia. 09-09-2013

Bea García.



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