lunes, 22 de abril de 2013

¿Necesitamos la política?

¿Y a los partidos políticos? ¿Y a los políticos? ¡Con lo sinvergüenzas que son! ¿no sería mejor prescindir de tanto chorizo trajeado? ¡Todos a la cárcel! ¡Son todos iguales! Eso es lo que deberíamos hacer, viviríamos mucho mejor ¡claro que sí! … ¿De verdad?.
 
En nuestra vida, en el lugar donde vivimos, en este planeta, necesitamos poner todos los medios necesarios, debemos tomar las decisiones que estimemos oportunas, y poner toda nuestra energía y dedicación, para resolver cualquier tipo de problema que se nos pueda presentar, de forma clara, transparente y sobre todo con respeto y lealtad. Cuando esta dedicación es pública, nos convertimos en políticos. Porque políticos podemos ser todos, y claro, nosotros no somos todos iguales. ¿O sí?
 
¿Por qué querríamos prescindir de los políticos? ¿Por corruptos? ¿Acaso son todos corruptos? ¿Lo podemos demostrar? No. 
 
¿Y qué pasa con los que decimos no ser políticos? ¿Lo hacemos todo con transparencia? ¿Ocultamos parte de nuestros negocios? ¿No existe la economía sumergida? ¿No intentamos pagar sin factura? ¿No somos todos en realidad unos pillos? ¿Somos todos los demás unas hermanitas de la caridad? No.
 
¿Y qué pasaría si no hubieran políticos? ¿qué pasaría si no hubieran reglas, normas? Podríamos ir por la autopista a 200 km/h o a 20 km/h ¿no? ¿Y eso sería mejor o peor que lo que hay ahora? ¿No habrían más “accidentes” si no hubieran unas reglas a seguir? 
 
Muchas preguntas, lo sé, pero alguna vez nos las acabamos planteando, y si no contestamos serenamente, con lógica, podemos llegar a decir auténticas burradas. Porque lo queramos o no, necesitamos la política, necesitamos a los políticos y por ende a los partidos políticos. Sin ellos esto sería ingobernable, sería un caos, porque si con ellos ya dan ganas de llorar, sin ellos no lo quiero ni pensar.
 
Lo que hace falta ahora es una profunda regeneración de todos los partidos políticos, con más medios técnicos de control, con políticos de profesión, honrados y con fecha de caducidad, evitando así los caciques y caudillos, que tanto han florecido en nuestro país. Y lo que debemos hacer los demás, es estar alerta, tanto en épocas de bonanza como de crisis, porque si el mensaje que damos es que sólo cuando nos falte a nosotros, nos preocuparemos por lo que hacen nuestros políticos, entonces, volveremos a vernos de cruces con lo que hoy tenemos.
 
Nos guste o no, sí hacen falta la política y sus políticos, quizás no los que tenemos, pero para eso están las urnas, para echar a quien sobre, pero en un país que sigue votando a un acosador sexual, un país que sigue votando a un partido que llena las ciudades de edificios fantasmas y no pide cuentas, un país que permite sobresueldos, es un país que no ha aprendido nada, y por lo tanto, es un país en crisis.
 
Valencia. 22-04-2013
 
Bea García.

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