¿Y a los partidos políticos? ¿Y a los políticos? ¡Con lo
sinvergüenzas que son! ¿no sería mejor prescindir de tanto chorizo trajeado?
¡Todos a la cárcel! ¡Son todos iguales! Eso es lo que deberíamos hacer,
viviríamos mucho mejor ¡claro que sí! … ¿De verdad?.
En nuestra vida, en el lugar donde vivimos, en este planeta,
necesitamos poner todos los medios necesarios, debemos tomar las decisiones que
estimemos oportunas, y poner toda nuestra energía y dedicación, para resolver
cualquier tipo de problema que se nos pueda presentar, de forma clara,
transparente y sobre todo con respeto y lealtad. Cuando esta dedicación es
pública, nos convertimos en políticos. Porque políticos podemos ser todos, y
claro, nosotros no somos todos iguales. ¿O sí?
¿Por qué querríamos prescindir de los políticos? ¿Por
corruptos? ¿Acaso son todos corruptos? ¿Lo podemos demostrar? No.
¿Y qué pasa con los que decimos no ser políticos? ¿Lo
hacemos todo con transparencia? ¿Ocultamos parte de nuestros negocios? ¿No
existe la economía sumergida? ¿No intentamos pagar sin factura? ¿No somos todos
en realidad unos pillos? ¿Somos todos los demás unas hermanitas de la caridad?
No.
¿Y qué pasaría si no hubieran políticos? ¿qué pasaría si no
hubieran reglas, normas? Podríamos ir por la autopista a 200 km/h o a 20 km/h
¿no? ¿Y eso sería mejor o peor que lo que hay ahora? ¿No habrían más “accidentes”
si no hubieran unas reglas a seguir?
Muchas preguntas, lo sé, pero alguna vez nos las acabamos
planteando, y si no contestamos serenamente, con lógica, podemos llegar a decir
auténticas burradas. Porque lo queramos o no, necesitamos la política,
necesitamos a los políticos y por ende a los partidos políticos. Sin ellos esto
sería ingobernable, sería un caos, porque si con ellos ya dan ganas de llorar,
sin ellos no lo quiero ni pensar.
Lo que hace falta ahora es una profunda regeneración de
todos los partidos políticos, con más medios técnicos de control, con políticos
de profesión, honrados y con fecha de caducidad, evitando así los caciques y
caudillos, que tanto han florecido en nuestro país. Y lo que debemos hacer los
demás, es estar alerta, tanto en épocas de bonanza como de crisis, porque si el
mensaje que damos es que sólo cuando nos falte a nosotros, nos preocuparemos
por lo que hacen nuestros políticos, entonces, volveremos a vernos de cruces
con lo que hoy tenemos.
Nos guste o no, sí hacen falta la política y sus políticos, quizás
no los que tenemos, pero para eso están las urnas, para echar a quien sobre,
pero en un país que sigue votando a un acosador sexual, un país que sigue
votando a un partido que llena las ciudades de edificios fantasmas y no pide
cuentas, un país que permite sobresueldos, es un país que no ha aprendido nada,
y por lo tanto, es un país en crisis.
Valencia. 22-04-2013
Bea García.
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