jueves, 3 de octubre de 2013

¡Papis! ¡Hoy es el mejor día de mi vida, hoy cumplo 6 años!

El pasado martes leía en el periódico El País, un artículo de Oscar Gutiérrez Garrido "Niños que mueven el mundo". Niños como Malala, símbolo de la lucha por la educación de los menores en su país, o Iqbal Masih, símbolo de la lucha contra la explotación infantil en Pakistán, y muchos otros más.

En este artículo, el profesor Carmona de la Universidad de Valencia, decía: "Es jurídicamente obligatorio escuchar a un niño, pero hay que evitar la explotación económica de su figura", o lo que advertía el director de Save the Children "Se tienen que garantizar sus derechos, el de la intimidad, que pueda jugar, estudiar, vivir con su familia". Hay niños que tienen la desgracia de no haber disfrutado de ser eso, niños, y si bien es cierto, que la sinceridad de un niño puede desarmar incluso a todo un secretario general del Partido Comunista de la URSS, Yuri Andropov, como lo hizo Samantha Reed Smith de 10 años, no es menos cierto, que nosotros los adultos, debemos dejarles ser niños, y no aprovecharnos de ellos para disfrazar nuestros errores.

A muchos adultos, la sensatez y madurez que desprenden los niños, les asusta, y si en un mundo civilizado, muchas veces ésto se limita, en un país en guerra, subdesarrollado o con una cultura basada en la incultura, esto supone toda una amenaza, si la humillación no es consentida por un adulto, mucho menos se tolera si procede de un niño. 

Si no comprendo las guerras, los abusos, las agresiones, mucho menos cuando el objeto de tales brutalidades van dirigidas a niños, niños cuya única arma es su sinceridad, su inocencia, su sonrisa, su visión realista de la realidad, sin tapujos, ni historias ni rencores pasados.

Unos les buscan para apagar sus voces y otros para que el mundo les oiga, en lugar de ser ellos quienes hablen, privándoles ambos de su niñez.

Hoy, mi hombrecito cumple 6 años, los mismos que tenía Iqbal Masih cuando iba predicando por las calles de su país en contra de la explotación infantil. 

Hoy mi hijo cumple 6 años siendo un niño, un niño feliz, sano, un niño sin la obligación de ser un adulto, sin la necesidad de defender lo que los adultos no saben conseguir. 

Hoy mi niño cumple 6 años rodeado de sus amigos, de su familia y de sus cromos de Pokémon.

Hoy llevo, llevamos disfrutando durante 6 años de su preciosa sonrisa.

Hoy es su día, el mejor día de su vida, porque hoy cumple 6 años, y hoy es mi mejor día, porque él cumple 6 años siendo lo que tiene que ser, un niño y además, feliz, algo que muchos niños por desgracia no pueden ser, y no por ganas.

¡Feliz cumple!

Te quiero mi niño.

Valencia. 03-10-2013

Bea García.

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