domingo, 30 de diciembre de 2012

Sexo y Religión

¿Por qué las religiones y el sexo traen malas consecuencias?  ¿Por qué si existe un Dios ha dejado que algo tan maravilloso como el sexo se convierta en una amenaza para millones de personas, en concreto mujeres? ¿Por qué las religiones sólo traen guerras, avaricias y borregos? Sí, borregos, todos a creer lo que dicen un tio ¡venga ya!.
 
No es que no me guste el sexo, pero después de leer la aterradora violación de la joven india Amanat, dan ganas de vomitar la especie humana, algo maravilloso unos mal nacidos lo convierten en una crueldad, sí, lo sé, el ser humano tiene un gran problema.
 
Pero la religión y el sexo van unidos, de la maldita manzana Eva tentó a Adán y ¡pataplás! a copular y tener millones de hijos (vale unos pocos, ¡pero se lo curraron!). Algo cuestionable, pues nuestro queridísimo Ministerio de Agricultura ha editado el libro “La vegetación de la Biblia” (jajajaja … lo siento un poco, no volverá a ocurrir), que digo yo que ese dinero igual hacía falta para algo más importante, pero me centro. Pues bien, en dicho libro el autor afirma que de manzana nada, albaricoquero, naranjo amargo o tal vez un membrillero, pero manzanas no habían por el Paraíso. Un mal dato para la fábula cristiana. Pero vaya, igual manzana no había, pero sexo … y encima la mujer la mala, y claro, igual algunos piensan que hay que darnos nuestro merecido …
 
Y luego muchos eclesiásticos están salidos, esto de no catar, está claro que los hace muy salidos, tan salidos como que (una minoría) acaban siendo pederastras o dicen tales barbaridades como sin ir más lejos, las palabras del cura Piero Corsi, en referencia a la violencia machista, diciendo textualmente sobre las mujeres “cada vez más, provocan, se vuelven arrogantes y se creen autosuficientes y acaban por exasperar las tensiones”, luego colgó el hábito por vergüenza seguro, no por convicción. 
 
Tan sólo hay que darse una vuelta por los orígenes de las guerras, tanto las anteriores como las presentes, y si no todas, la inmensa mayoría, son todas por las malditas religiones, las religiones nos convierten en fanáticos, en seguidores de unos libros y “líderes” cuyas palabras se tienen que cumplir a rajatabla. Y con las guerras, las violaciones, los hombres se vuelve locos, la guerra de Kosovo es un claro ejemplo, o las más recientes, donde empiezas a leer las historias de las supervivientes y no puedes terminar la lectura.  
 
¿Qué nos pasa? ¿Estamos mal programados? ¿Seguir una religión implica que te abduzcan? 
 
Está claro que la incultura (en España a base de obstaculizar la cultura, se deja vía libre para la evangelización de los españolitos), y los países en vías de desarrollo, son una buena base para todo éste tipo de cultivos. Pero los demás países no hacen nada, mientras ellos se matan, nosotros les vendemos armas. Bueno sí hacen, hacen dos cosas, ganar dinero y mirar hacia el otro lado. Sí, el ser humano está defectuoso, muy defectuoso.
 
Valencia. 30-12-2012
 
Bea García.

1 comentario:

  1. Yo no creo q la inmensa mayoría de guerras sean por las religiones. El verdadero trasfondo es el capital, pero se utilizan otras fachadas para adornar los auténticos propósitos.

    Yo quisiera pensar que el sexo no es una necesidad, q no es una debilidad y q somos más q animales sujetos a sus instintos. Me encantaría creer q es así.

    Como decía Gandhi, sólo nos queda ser nosotros el cambio q queremos para el mundo. Quizá así podamos marcar la diferencia.

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