martes, 23 de julio de 2013

Un Gobierno que discrimina a la mujer no puede gobernar

No voy a hablar del silencio de Rajoy ante el asedio de Bárcenas a todo el Gobierno y su partido, ni de Wert y su discriminatoria ley educativa, ni de Gallardón y su insidiosa manía de meterse con las mujeres, me imagino, viéndole la cara, que su odio será fruto de su escaso éxito con las mismas ... ¡No! Hoy toca hablar de la Ministra de Sanidad. Ella y el resto, forman parte de un Gobierno, y de un partido, el Partido Popular, en el que se han empeñado en la discriminación como forma de gobernar.
 
Porque cuando un Gobierno discrimina a su población sea por raza, sexo, religión o ideas políticas, cuando un Gobierno es homófobo con sus ciudadanos, con todos aquellos que según ellos se salen de la línea marcada por la Iglesia Católica, cuando se separa a los que piensan diferente, entonces, ese Gobierno no debe gobernar, al menos en un país democrático.
 
Las mujeres somo distintas, las hay más guapas, feas, gordas, delgadas, simpáticas, alegres, bordes, tímidas, extrovertidas, rubias, morenas, castañas, inteligentes, arrodalloras, pelmazas, torpes, frias, somos hermanas, hijas, madres, esposas, amigas, compañeras, abogadas, maestras, médicos, juezas, periodistas, costureras, limpiadoras, enfermeras, atletas, heterosexuales, homosexuales, bisexuales,   ..., somos muy distintas, pero ante la ley, ante cualquier gobierno, debemos y somos iguales, pero el Gobierno del Partido Popular, nos discrimina continuamente, argumentando razones económicas para clavarnos a la mínina navajazos cargados de odio, y cuando más duelen es cuando vienen de otra mujer. Una vergüenza.
 
A la Sra Mato, Ministra de Sanidad, se le ha ocurrido la barbaridad de delegar el tratamiendo de la reproducción asistida de la sanidad pública, sólo a las mujeres que tienen a su lado un hombre, a las parejas heterosexuales, es cierto, que ha rectificado, pero sólo el simple hecho de haberlo propuesto ya es motivo para echarla a patadas de su Ministerio. La Constitución, esa que juró cumplir, prohibe la discriminación por orientación sexual, pero se ve que de leer poco, y de cumplir menos. Y sobre  la sentencia del Tribunal Constitucional sobre la legalidad del matrimonio igualitario, ésta señora se lo salta a la torera. Qué vergüenza.
 
Ahora, tras la rectificación, queda por establecer, qué entiende esta buena señora (perdón por lo de buena) por "fertilidad", pero conociendo su grado de homofobia a todo lo que no sea una pareja entre hombre y mujer como dicta la Iglesia Católica, mucho me temo que el texto final será el mismo que ideó en un primer momento, pero lleno de eufemismos, prohibir el tratamiento de la reproducción asistida en la sanidad pública a toda mujer que no tenga un hombre a su lado, ni lesbianas, ni solteras ...
 
¿Se valora tan poco la Sra Mato, o las Sras de éste Gobierno que sólo conciben una mujer al lado de un hombre? ¿No entienden que la Edad de Piedra ya pasó a la historia? ¿Qué le enseñaron a esta inútil para que sea tan analfabeta y retrógrada?
 
Un Gobierno que discrimina a la mujer, un Gobierno que no cumple la Constitución, es un Gobierno condenado a su desaparición, o al menos, así debería ser en un país democrático.
 
Valencia. 23-07-2013
 
Bea García.

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